CONCIERTO-RECITAL DE PRIMAVERA EN LANJARÓN

Invitados por la Asociación Cultural de Lanjarón, los componentes del Coro Millenium fueron los protagonistas del concierto-recital que todos los años organiza dicha Asociación. En esta edición, se conmemoraba el 25 aniversario de la muerte de Juan Gutiérrez Padial, poeta lanjaronense que da nombre a la Asociación.

A las 4 de la tarde del sábado 11 de mayo, un autocar recogió a los coralistas en Granada para trasladarlos a Lanjarón. A las seis y media, tras el indispensable calentamiento de voces, se inició la misa en la que el coro Millenium participó con sus cantos. Es de destacar que, antes incluso de que finalizara el santo oficio, el párroco, don Antonio Heredia, felicitó a los miembros del coro e incluso animó con sus aplausos a que los feligreses ovacionaran a los cantantes.

Al acabar la misa, los coralistas se colocaron delante del altar mayor para el concierto-recital: Fiesta coral de Gluck, Gloria de Poorman, Canta y no llores de Penella, Signum de Susato, Luci care de Mozart y Va pensiero de Verdi componían el programa. Intercalados, cuatro poemas de Juan Gutiérrez Padial (magistralmente recitados por Soledad Ramos, Manoli Montes y Fernando Rubio, miembros de la Asociación Cultural de Lanjarón), dos canciones sobre poemas de Juan Gutiérrez Padial, Tú contigo y Río anónimo, cantadas por el barítono José Antonio Ramos, miembro honorífico de la Asociación Cultural. Por su parte, el profesor Algis Zaboras interpretó  Para una mujer, composición para piano de la que es autor.

El público asistente –que llenaba la iglesia- aplaudió calurosamente a los participantes en el recital. Para aquellos cañoneros que no pudieron asistir al acto por estar atendiendo sus negocios o sus faenas de campo, la televisión local tomó un amplio reportaje que empezó a emitirse a los pocos días en el canal Telelanjarón.

Con la satisfacción del deber cumplido, los coralistas acudieron al restaurante “La Terraza” donde la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Lanjarón los agasajó con una cena típica alpujarreña.  Y a eso de las 11 de la noche regresaron a Granada, plenos de atenciones y de deseos de repetir en el futuro.